Nueva goleada y liderato
El conjunto amarillo vence 5-1 al Granada con goles de El Zhar(2), Araujo, Momo y Kevin Boateng
La semana pasada arrancaba la Liga para la UD Las Palmas en un campo complicado como Mestalla. El resultado cosechado en Valencia, dejaba entrever que el conjunto de Quique Setién, esta temporada, quiere hacer algo más que conseguir la permanencia. De hecho la temporada pasada acabó siendo de los mejores equipos, en la segunda vuelta, de la antigua Liga BBVA. Había mimbres y una base para hacer buen papel y además, las incorporaciones de momento están dando buen rendimiento.
Con la alegría del primer envite, la parroquia amarilla se acercó al estadio de Gran Canaria para poder disfrutar del primer partido en casa de los de Setién. El choque empezó a encarrilarse en el minuto 23 cuando un sensacional Nabil El Zhar abría la lata ante un Granada muy inferior en todas sus líneas y en casi todas las fases del partido. Aún así hubo algo de sufrimiento en la victoria por amplia que al final acabase siendo ya que con el 1-0, el conjunto andaluz consiguió el empate sobre la bocina. En el mismo 45, Boga reduciría las distancias con un tiro seco a la derecha del marco de Javi Varas. Fue un gol que podría haber amargado la tarde en Gran Canaria.
Pero no fue así. Tras la reanudación, el conjunto amarillo fue un torbellino que arrasó con todo aquello que pudo. El 2-1 obra del mayor de los Boateng, llegaría con una contra de libro -con un saque de Javi Varas especatcular- que a la postre, acabó en la cabeza de Kevin Prince Boateng que se jugó el tipo metiendo la testa para adelantar a los suyos. El tercero obra de nuevo de El Zhar, protagonista en todas las acciones ofensivas de la Unión Deportiva, lo colocó con una sutil vaselina y el cuarto, de Momo, servido en bandeja por el propio franco-marroquí. Cerró la goleada Araujo para finiquitar la segunda jornada con la UD Las Palmas como líder de esta Liga Santander con 9 goles a favor y 3 en contra en estos dos compromisos. Soñar es gratis y desde luego siempre es más fácil jugar desde la confianza de la zona de arriba que desde la presión del descenso.