El lanzaroteño Clau Mendes da un punto a la UD Las Palmas en el último minuto
Los de Pepe Mel perdían 2-3 después de empezar ganando 2-0
Los amarillos comenzaron a crecer con balón, en el maltrecho césped del Estadio de Gran Canaria, gracias al triángulo formado por Sergio Ruiz, Enzo Loiodice y Kirian. Este último, el más activo de los insulares en los primeros compases, ya que gozó hasta de tres oportunidades para abrir el marcador, pero no logró conectar con la portería defendida por Freixanet. Cuando todo hacía presagiar que el árbitro señalaría el camino de los vestuarios, Álvaro Lemos se sacó un auténtico golazo, a balón parado, desde más allá del área visitante que se coló por la misma escuadra.
Tras el descanso, Las Palmas conseguía marcar en otro minuto clave del choque. Rober se internó en el área gracias a un pase de Kirian, el ex del Betis tiró, la rechazó el guardameta visitante y el rechace lo transformó Pejiño para poner tierra de por medio. Los amarillos empezaron a dominar y a dormir el partido intentando que pasara el menor peligro posible por el bien de sus intereses.
Hasta que apareció Randy Nteka. Lío en el área de Álvaro Valles, Pathé Ciss remató de cabeza al larguero y Nteka aprovechó la segunda jugada para anotar de cabeza. 2-1 en el marcador del Estadio de Gran Canaria y la UD empezaba a tener el miedo en el cuerpo. Tanto fue así, que otro fallo defensivo condenó a los de Pepe Mel; pelota que bota hasta tres veces en área propia y penalti por mano de Álex Suárez. El encargado de transformarlo era Salvador.
El partido se rompió y no era lo mejor para los intereses amarillos. Los amarillos estaban rotos física y anímicamente y el Fuenlabrada sabía que podía remontar el encuentro. Y Kanté quiso ser el protagonista. Carrerón del francés sorteando las entradas de Álex Suárez y Eric Curbelo para definir ante Valles y colocar el 2-3. El encuentro seguía sin dar tregua y en la siguiente jugada de ataque insular, Clau Mendes aprovechó la asistencia de Kirian para poner el 3-3 definitivo. El Fuenlabrada gozó de alguna acción de peligro, gracias al balón parado, para poner el miedo a Pepe Mel y sus jugadores que pudo perder un partido que tenía ganado.