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Debacle de la UD Las Palmas en la Copa

La US las Palmas fue vapuleada por el Elche en el parido de dieciseisavos de final de Copa del Rey (4-0)

  • Radio Marca Lanzarote
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    La UD Las Palmas sale merecedor de una buena cantidad de carbón en su visita en esta víspera de Reyes al Martínez Valero. Ya no es el hecho de caer eliminado de la Copa del Rey en dieciseisavos de final y ante un rival de inferior categoría. Es que el equipo de Eder Sarabia fue superior de principio a fin, con un fútbol del que además gusta ver en Gran Canaria y que se presupone está capacitada para hacer esta UD. Sólo hubo un equipo en el campo y sólo Dinko Horkas en la primera parte evitó que el resultado acabase siendo histórico. Pero de la historia de la vergüenza amarilla.

    Decía Diego Martínez en la previa que podía ser un partido de Primera División fácilmente y no andaba mal encaminado el técnico gallego. Un Elche con el sello de autor de Eder Sarabia, un sello que podría fácilmente ser lo que buscaba la UD en verano cuando apostó por Luis Carrión, completó una primera parte para enmarcar. Lo único salvable del equipo amarillo fueron las intervenciones de Dinko Horkas, quien evitaba que al descanso la eliminatoria ya estuviera resuelta.

    Viendo el once no se puede decir que no fuera en serio el equipo de Diego Martínez. Con un plantel que combinaba titularísimos con jugadores que, si bien no tienen la etiqueta de titulares indiscutibles, sí gozan de muchos minutos habitualmente, trataba la UD de demostrar que iba a por todas en el Martínez Valero. Claro que luego la realidad de lo que pasa en el césped dice otras cosas. Como, por ejemplo, que el único acercamiento con peligro de los amarillos fue un servicio desde la derecha de Marvin al que no llegó por poco Fabio Silva. Ese fue el único bagaje en los primeros 45 minutos de una UD Las Palmas que sólo pudo limitarse a sobrevivir al tremendo baño que estaba recibiendo del Elche de Sarabia.

    Porque el equipo ilicitano parecía el de superior categoría y el que quería de verdad la eliminatoria. Llegaban de todas partes y de todas las maneras. Una arrancada del central Diaby que termina con un disparo alto, una exhibición de Dinko Horkas con paradas primero a bocajarro, luego con gran estirada y más tarde con una actuación de reflejos tras pegar el balón en un defensor amarillo. En todo esto había también un denominador común, puesto que todas estas acciones llegaban por el lado izquierdo del Elche, es decir, por la banda de un Marvin Park que sigue demostrando que no se encuentra nada cómodo en el lateral.

    El fútbol fue justo

    Y, como no podía ser de otra manera, el fútbol fue justo tras lo visto en esos 45 minutos donde sólo hubo un equipo sobre el campo. Tras una larga jugada originada a balón parado, el balón acabó una vez más en la ofensiva izquierda del Elche, donde ahora sí acertó Rodrigo Mendoza a empujar a gol justo antes del descanso. Pudo ser mayor el susto, pero Nico Castro envió al lateral de la red otro balón franco al borde del área pequeña ante la pasividad amarilla, muy superada en actitud y, sobre todo, en fútbol.

    Por si fuera poco, en el ecuador de esta infame primera mitad la UD perdió a Campaña por lesión, aparentemente muscular. Kirian ocupó su lugar. De esta forma, y tras el paso por vestuario, ya eran tres los movimientos que había hecho Diego Martínez, quien dio entrada a Alberto Moleiro y Mika Mármol por un desaparecido Januzaj y un superado Loiodice. Entre los cambios y la más que presumible charla del técnico, el equipo amarillo parecía otro completamente diferente tras el descanso, sorprendiendo con la posición de Mika Mármol como volante en el centro del campo.

    No faltó tampoco la polémica, puesto que una acción que debió suponer la segunda amarilla para Mendoza se saldó incomprensiblemente con amonestación para Salinas, quien no había sido el autor de la falta. Fue justo antes del segundo varapalo para los amarillos, esta vez de una forma en la que parecía inexpugnable. Una falta lateral perfectamente colgada la mandó a gol de cabeza el central Affengruber, completamente solo en el segundo palo ante la pasividad de Javi Muñoz. La falta, eso sí, fue de nuevo en el flanco derecho de la UD, suponiendo además la amonestación para un Marvin que si el partido se jugase por la noche bien le costaría conciliar el sueño o bien tendría pesadillas.

    Fiesta ilicitana

    El gol frenó el buen arranque de la UD en la segunda mitad, tanto que Nico Fernández pudo hacer el 3-0 en un mano a mano ante Dinko Horkas justo después del 2-0. Quien no perdonó fue Salinas, aprovechando un mal despeje de Marvin Park al borde del área para rematar de volea directamente a gol. ¿Lo peor? Que el resultado reflejaba a la perfección lo que estaba ocurriendo sobre el césped y a nadie le parecería que fuera excesivamente abultado.

    Lejos de tirar de orgullo o amor propio, la última media hora tuvo el único aliciente de saber cuántos goles acabaría encajando una UD totalmente entregada a la fiesta ilicitana, con sus jugadas al primer toque, desmarques y largas combinaciones. Justo de esa forma llegó el cuarto, obra de Nico Fernández, aprovechando una llegada cómoda por la derecha para batir fácil de disparo cruzado a Dinko Horkas.

    El partido no tuvo más historia, por más que movieran los banquillos ambos equipos. El Elche bajó el pistón y la UD tuvo más acercamientos a la portería, pero ni por esas se salvó el «honor». Son varios los jugadores que quedan señalados aunque nadie se salve de la quema y ahora queda por ver la hoja de ruta en el mercado de invierno, una hoja de ruta que desde el club supeditaban a la travesía por la Copa del Rey. Esa travesía llegó a su fin de forma abrupta y seguramente anticipada este nefasto 5 de enero en el Martínez Valero. Un año más, el equipo amarillo se queda sin regalarse una alegría más prolongada en Copa.

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