Dani "El Negro" y su capacidad para dar en el blanco
El jugador del CD Tite finaliza el año como "Pichichi" de la Primera Regional con 18 tantos
Un año más, la Primera Regional Lanzarote llega a su fin y, tras su conclusión, se abren las puertas de play off a la Interinsular Preferente. Esta competición nos dejará cuatro equipos que pelearán por el ascenso: UD Lanzarote B, CD Tite, UD Valterra y Haría CF.
Todos y cada uno de ellos contarán con sus armas para pasar las eliminatorias insulares antes de medirse al campeón majorero pero el CD Tite tiene su particular "As" en la manga. El mítico Dani García, conocido por todos como "El Negro" ha acabado 'pichichi' de la liga con 18 tantos en su casillero particular.
Algunos pueden llegar a sorprenderse ya que durante muchas temporadas, el del norte, desarrolló su carrera en el costado derecho, haciendo las veces de lateral, pero lo cierto es que Dani nunca ha sido un defensor.
Este que les firma, siempre ha defendido que el gol no se entrena ni se mejora. Se tiene o no se tiene; y al "El Negro" se le caen las dianas. Esa es la realidad.
El gol no depende de la calidad, del físico o de cualquier otro aspecto futbolístico. El gol es algo que está ahí y que muy pocos poseen. Grandes figuras del fútbol mundial han sido maravillosos en la creación, en el regate, en el último pase, pero malos de cara a gol; véase por ejemplo el caso de Andrés Iniesta. El de Albacete era capaz de meter el cuero de forma milimétrica a 40 metros entre 5 rivales o esconderla rodeado de contrarios, pero a la hora de anotar se le complicaba el asunto. Otros jugadores más "toscos" fuera del área se tropezaban pero cuando veían la red, no erraban.
Dani es de los que no falla. Golpea a puerta con intención, con la derecha, con la izquierda. Fuerte o suave, como pida la acción. Se coloca para que le caigan esos balones que nadie remata y al final eso es algo muy muy difícil de encontrar.
Por eso, "El Negro" da igual que esté en forma o no, que juegue más o menos adelantado. Siempre va a anotar. Eso es lo que lleva en la sangre.
Algunos jugadores necesitan hacer grandes esfuerzos para anotar, siendo quizá muy buenos en otras áreas del juego, pero Dani podría acabar un partido, celebrando algún gol, incluso si estuviese en la cantina del bar disfrutando de un botellín.