Las Palmas se la lía al Málaga
El conjunto amarillo vence en La Rosaleda por 3 tantos a 1
En el duelo de la necesidad triunfó el que más temple tuvo. Las Palmas supo colocarse, estar ordenado y esperar sus oportunidades, que aprovechó a la perfección. El Málaga tiró de ganas para agradar a su afición, pero sin orden, con mucha precipitación y apenas fuerzas para su¡mar los tres puntos.
El Málaga, quizás por eso de ser el equipo local, quería más. Lo intentaba con más ahínco. Pero eso nunca descompuso a un ordenado Las Palmas, que supo hacerse fuerte desde el orden.
La insistencia no es suficiente a veces para encontrar el gol y el Málaga se fue a los vestuarios con su casillero a cero. En cambio, la compostura de la UD sí que tuvo recompensa al filo del descanso. Un regalo de Luis Hernández en un pase largo a Rosales lo interceptó Halilovic en medio campo para poner la directa y cede al llegar al área a un Jonathan Viera que la ajustó tanto que pegó en los dos palos y tocar la red.
Pese a todo, no se rindió el equipo de Míchel, que reaccionó a tiempo. Nada más reanudarse el partido, Diego González empataba de cabeza al saque de una falta. El gol daba oxígeno a tiempo a los malacitanos, aunque no pareció ser suficiente para Míchel, que enseguida movió el banquillo con la entrada de Ontiveros.
Calleri silencia Málaga
El partido entró en una fase de relativo dominio local, empujado por el gol. Sin embargo, eso no descompuso a Las Palmas, que llegaba poco aunque con mucha contundencia. Halilovic pudo volver a adelantar a su equipo tras una preciosa asistencia de Jonathan Viera, pero se encontró con Roberto y el larguero. Fue un aviso previo al tanto de Calleri. Su trabajo tuvo recompensa con un zapatazo desde dentro del área que sorprendió a todos.
El varapalo dejó muda a La Rosaleda y muy tocado al conjunto blanquiazul. Míchel trató de mover el banquillo otra vez con un doble cambio que no gustó en La Rosaleda. Tampoco terminó de surtir efecto. Las llegadas del Málaga eran más por corazón que por fútbol. Y mientras, Calleri perdonaba la sentencia.
Al final, Remy, que debutaba entrando por Halilovic, puso la puntilla para asegurar los tres primeros puntos de LaLiga del conjunto canario que, a su vez, deja muy tocado al Málaga y a su entrenador.
