“Houston, tenemos un problema”
La UD Lanzarote vuelve a perder esta vez en San Mateo y se empieza a complicar la temporada 1-0
La popular frase fue pronunciada, por uno de los astronautas del Apollo 13, cuando se vieron forzados a abandonar sus planes, debido a la explosión de los tanques de oxígeno de la nave, se puede aplicar a la UD Lanzarote, ya que no le están saliendo nada bien las cosas al conjunto rojillo, que después de tres semanas sin competir volvía a la jugar esta vez rindiendo visita al Panadería Pulido, conjunto grancanario que estaba situado en la tercera plaza de la liga y que está en un gran momento de forma.
El encuentro fue bastante igualado, con llegadas a las áreas y algunas ocasiones de gol en ambas porterías, con un terreno de juego muy pesado e por zonas impracticable por la lluvia caída durante todo el choque.
La UD Lanzarote estuvo mejor en los inicios, llevando la iniciativa. Rosmen dispuso de la primera ocasión tras un error del portero local pero el balón del delantero se fue fuera por poco, justo después Oriol con un lanzamiento de falta mandó el balón a la parte superior del travesaño local.
Veinte minutos tardó el Panadería Pulido en tener su primera oportunidad, Raúl tras una acción personal en el área, supero a Alex Martín pero su disparo se fue al palo, posteriormente Emilio tiró flojo a las manos tras ganar una pelota a la espalda de la defensa rojilla.
Tras el descanso se mantuvo la misma tónica, aunque con el paso de los minutos el esfuerzo y la pesadez del césped iba pasando factura a los jugadores. El único gol del partido llegó a los siete minutos de la reanudación Oriol hace penalti sobre Emilio y Felipe, con pierna izquierda, bate a Alex Martin. Miguel Gómez, de volea tras un saque de esquina rechazado por la defensa pudo empatar y Rosmen en el setenta y cinco también, pero su vaselina no encontró portería.
Derrota dolorosa de una UD Lanzarote que tiene tiempo para enderezar la situación, que puede recuperar la distancia con los equipos de la zona alta pero que su margen de error se ha reducido a la mínima expresión, esto condicionará demasiado y los jugadores cuerpo técnico y directiva tendrán que superar la presión a la que se verá sometido el equipo, que no puede ceder más puntos.
