Conozca al nuevo entrenador de la UD las Palmas
Pendiente de su presentación oficial, tras la destitución de Luis Carrión, Diego Martínez ocupará el banquillo amarillo
Tres puntos en nueve partidos. Una racha insoportable para cualquier equipo. La UD Las Palmas despide a Carrión tras la última derrota ante el Celta. La decisión se tomó pocas horas después de ser ratificado por la directiva al completo, y a pesar de la promesa del presidente de aguantar con él hasta el final. Fue un domingo largo y lleno de opiniones, que dio paso a un lunes en el que comenzar el papeleo. Hoy, martes, la oficialidad.
La racha negativa y, sobre todo, la incapacidad de sacar algo positivo de local, y contra nueve jugadores durante más de media hora, terminó por dinamitar la confianza que tenían en el entrenador tanto el presidente como su directiva. Lo que mantenerlo tras el partido ante el Celta era "coherente", según admitió el propio entrenador, el domingo fue una reunión en forma de despido. El proyecto 'Carry on', por el que se esperó más de dos meses, se ha diluido como un azucarillo en una taza de café.
Despide así Las Palmas al primer entrenador de la categoría. Los amarillos, que solo suman tres puntos, rompen con su idea de mantener la calma: "Con el míster hasta el final" llegaron a jurar desde la zona noble del club. Su sustituto será Diego Martínez, quien fuera entrenador de Granada y Espanyol, se comprometerá con el equipo amarillo para reconducir la situación.
Un despido que hace recordar el último paso de los amarillos por Primera División. En la temporada 2017/18 también despidió a su entrenador, Manolo Márquez, de forma prematura. En esta ocasión llegó en la jornada sexta y con el equipo con seis puntos. Ese curso el equipo acabó teniendo tres entrenadores más -Ayestarán, Paquito Ortiz y Jémez- y descendiendo a Segunda.
Pero ese cambio también le salió bien dos años atrás. Paco Herrera, que venía de ascender al equipo, duró 8 jornadas en el banquillo. La UD eligió a Quique Setién, que no solo sacó al equipo del problema clasificatorio, sino que brilló con una plantilla repleta de canteranos con la que se identificó la afición.