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Un marciano llamado Luka Doncic

El esloveno de los Mavericks firmó 60 puntos, 21 rebotes, 10 asistencias y dos robos

  • Radio Marca Lanzarote
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    De Luka Doncic se ha hablado, visto, dicho y escrito de casi todo. Su impacto desmedido desde que aterrizó en la NBA, una consolidación como estrella temprana y el liderazgo de unos Dallas Mavericks que no han estado a la altura del esloveno. Pero Doncic, uno de los mayores prodigios de la historia del baloncesto, siempre tiene guardada una función más. Apareció por Navidad, la fecha más indicada para hacerlo.

    Doncic dibujó ante los New York Knicks en el American Airlines Arena de Dallas el partido inimaginable. El imposible. 60 puntos, 21 rebotes, 10 asistencias y dos robos. ¡Con sólo dos triples anotados! Con una línea estadística de 21/31 en el tiro. Un imposible, que facturó de una forma épica y con madera de jugador legendario, para tumbar a unos Knicks mejores que los Mavs durante buena parte del choque.

    Ya durante el mismo, Luka buscó dominar con esa capacidad de generación de espacios y encontrando huecos entre la defensa de los Knicks. Pero el marcador -y el tiempo- corría en su contra. En los últimos tres minutos, los Knicks se colocaban nueve arriba tras la aparición de Robinson bajo tableros. Doncic tiró de épica, y primero sacó un 2+1 en carrera al propio Mitchell. Tuvo respuesta, y ya dentro del último minuto repitió medicina por dentro. Con 44 segundos, nueve abajo (110-101).

    Recibió dentro y anotó fácil para descontar con 41 en el reloj. Los Knicks salieron y respondieron, a lo que contestó desde el triple Wood. En la siguiente posesión, Doncic daría un esfuerzo más para el rebote ofensivo y el tiro libre. Fallarían los suyos los Knicks y tras saque del esloveno pondría Dinwiddie el partido en un pañuelo (113-112). Ocho segundos, y los del 'Gran Manzana' sufrían otro apagón. Tiro libre fallado, oportunidad de oro para Dallas. Doncic fallaba su segundo tiro libre a conciencia, capturaba el tiro libre y un tiro circense enviaba el partido a la prórroga. Increíble.

    Allí, más medicina. Un reverso en el poste medio abrió la brecha y desde el tiro libre abrochó el mejor partido de la temporada regular y uno de los mejores de todos los tiempos. Doncic, en el altar de los más grandes. Borró de golpe y plumazo el récord en la franquicia de Dirk Nowitzki con su 60+21+10. Nunca antes se había logrado.

    "Sólo tuve suerte, quedaban dos segundos, lancé el balón..."

    Luka entraba en los libros de historia. "Estoy súper cansado", fue su primer comentario. "Creo que solo tuve suerte, teníamos dos segundos, lancé el balón y tuve suerte. Íbamos perdiendo por diez puntos, es increíble", agregó el esloveno, al referirse a la jugada con la que forzó la prórroga. Su cuarto cuarto con 8/11 y 18 puntos pasará a la leyenda de la competición.

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